Una mujer se dispone meterse en el agua para nadar en la playa de La Barceloneta por la mañana en la ciudad española de Barcelona. Foto AFP.


 

El Ayuntamiento de Barcelona reabrió este viernes sus playas, cerradas desde mediados de marzo por el confinamiento en España, para permitir a sus ciudadanos hacer deporte en las horas permitidas para ello.

En un día claro, con temperaturas cercanas a los 20 grados mientras el sol se levantaba por encima del Mediterráneo, decenas de barceloneses se acercaron a las extensas playas de la ciudad para correr, nadar o practicar otros deportes acuáticos como el "paddle surf" o el buceo.

"Es para hacer deporte individual, (...) No se puede ir a pasear, sentarse o tumbarse, ni a hacer un pícnic", había advertido Eloi Badia, concejal del gobierno municipal.

En la popular playa de la Barceloneta, algunos infringían ligeramente las reglas establecidas, como un joven que aprovechó el amanecer para hacer meditación sentado en la arena.

La llegada de unidades policiales posteriormente hizo que estos pocos incumplidores se fueran, según constató un fotógrafo de la AFP.

Las playas, uno de los emplazamientos más apreciados en la ciudad por parte de locales y turistas, solo se pueden utilizar entre las 06H00 y las 10H00, la franja matutina habilitada por el gobierno español para hacer deporte.

Otras ciudades como San Sebastián (norte) y Valencia (este) ya habían reabierto estos espacios pero solo para hacer deporte.

Sometidos desde mediados de marzo a un severo confinamiento, los 47 millones de españoles disfrutan desde finales de abril de ciertas licencias.

Primero, los niños pudieron salir a jugar y, desde hace una semana, los adultos pueden hacer deporte individual o pasear con un conviviente.

España, uno de los países más afectados por el coronavirus con más de 26.000 víctimas mortales, llevará a cabo un desconfinamiento en cuatro fases que deberá alargarse hasta finales de junio.

No será hasta la última fase que el gobierno prevé la apertura generalizada de playas, aunque el país todavía debate en qué condiciones hacerlo para evitar aglomeraciones que fomenten la dispersión del virus.